Creemos en el diseño basado en la naturaleza. Las colaboraciones iniciales con diseñadores bolivianos e internacionales -Marcella Echavarría, Courtney Hardt, Katie Miller and Ketty Callau- dieron vida a hermosas piezas y colecciones en madera, vidrio reciclado y textiles para el mercado de Estados Unidos. Aun antes de eso, las primeras piezas que produjimos fueron ejemplos de la cuidadosa armonía entre naturaleza y colaboración: jarrones decorativos en madera de morado, predecesoras del clásico Jarrón Kirah, elaborados a partir de troncas descartadas y cuidadosamente trabajadas por artesanos en Santa Cruz para convertirlas en un diseño simple, atemporal y natural.


Con los anos, nuestra filosofía de diseño se ha fortalecido. Hoy creamos de forma continua colecciones a través de un proceso de diseño colaborativo, celosamente dirigido por nuestra fundadora, Gabriela Flores. Primero, seleccionamos las mejores piezas descartadas de la “madera tesoro” de Bolivia: ramas, troncas, tablones y recortes de árboles nativos de morado pero descartados por la industria maderera. Luego, nos aseguramos de proveerlas a un selecto grupo de Maestros Artesanos a quienes motivamos a crear y experimentar para extraer los mejores diseños de cada pieza. Esta “incubadora” la alimentamos permanentemente con capacitaciones, estímulos y experimentación con la guía de nuestra red internacional de aliados de diseño en Europa, Norte América y Asia. El proceso se enriquece con el aporte de nuestros Representantes Autorizados en cada país, los cuales proveen retroalimentación del mercado y el consumidor. El resultado es un proceso dinámico en constante evolución.

Un ejemplo es nuestro reciente diseño de Cubos Balance: la idea de “equilibrio” se incubó lentamente desde un viaje “de inspiración” al Salar de Uyuni en 2009. Existe en ese paraje un monumento natural llamado “el árbol de piedra” que caprichosamente se balancea en medio del paisaje desolado. Lentamente, la esencia de esa maravilla natural se fue destilando en la imaginación de Gabriela hasta que, cuatro años más tarde, durante una sesión de innovación en Santa Cruz, vio la luz. Buscando posibles alternativas de diseño a partir de tablones con grandes rajaduras surgió la idea de cubos equilibrados sobre uno de sus vértices, intentando mantener el balance, aferrándose a seguir existiendo y mostrando su belleza natural.

La naturaleza y la colaboración seguirán siendo pilares de nuestro proceso de diseño.

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